sábado, 19 de diciembre de 2009

ARBEIT MACHT FREI

Robada una huella del horror nazi

La sustracción del letrero "El trabajo os hará libres" de la entrada al campo de exterminio de Auschwitz, en Polonia, desata la indignación en Israel
AGENCIAS / J. M. MUÑOZ - Varsovia / Jerusalén - 19/12/2009


Eran sólo tres palabras de hierro. Medían cinco metros de largo y la forjaron los prisioneros polacos a las órdenes de los nazis alemanes entre 1940 y 1941. "Arbeit macht frei", o sea: "El trabajo os hará libres". La crueldad del mensaje residía en que la placa se encontraba sobre la puerta principal de Auschwitz, el mayor campo de exterminio de los nazis, situado a unos 70 kilómetros de Cracovia. Más de un millón de judíos procedentes de toda Europa pasaron bajo aquel letrero antes de morir. Unos cayeron por las extremas condiciones de trabajo, otros sucumbieron al frío, muchos al hambre, a las enfermedades, a los experimentos médicos y, por supuesto, a la cámara de gas. Mientras miles de prisioneros eran incinerados otros seguían llegando por la misma puerta.


Israel
A FONDO
Capital: Tel Aviv. Gobierno: Democracia Parlamentaria. Población: 7,112,359 (est. 2008)


Más de un millón de judíos pasaron bajo el arco con el cartel antes de morir
Más de 60 años después de que Polonia convirtiese Auschwitz en un museo del Holocausto, un millón de turistas al año han caminado bajo aquel letrero. Cientos de internautas han descrito el escalofrío que sintieron al pasar por allí. El propio papa Benedicto XVI, en mayo de 2006, quiso caminar en soledad bajo la ominosa leyenda. Pero ayer, la placa fue robada.

Ocurrió entre las tres y las cinco de la tarde. El Gobierno polaco ha enviado a 60 agentes al campo y perros policías para que rastreen en la nieve. Las grabaciones de las cámaras de seguridad están siendo inspeccionadas. Mientras tanto, la dirección del museo ha colocado una réplica del letrero original que ya se usó durante obras de restauración.

No hay asunto más delicado y dotado de más peso en la memoria de los israelíes. El robo del arco metálico no podía dejar de provocar ayer una cadena de reacciones, alguna indignada, en el Estado hebreo. "La señal tiene un profundo significado histórico para la nación judía y para el mundo entero. Sirve como un memorial para más de un millón de judíos que fueron exterminados en Auschwitz", declaró desde Dinamarca el presidente Simón Peres. "Israel", aseguró Yossi Levy, alto funcionario del Ministerio de Exteriores, "está atónito y enfurecido por el robo en Auschwitz". Y añadió: "tenemos plena fe en que las autoridades polacas capturarán a los inhumanos ladrones". El ministro de la Diáspora, Yuli Edlestein, arremetió contra la policía polaca: "Es uno de sus fracasos más grandes".

El Holocausto y su símbolo por excelencia, el campo de extermino de Auschwitz, están presentes en la conciencia colectiva y también en la vida cotidiana de los israelíes. Para miles de jóvenes, todavía menores de edad, el viaje a Polonia es su primera salida al extranjero. Es un asunto al que el Ejecutivo, que organiza cada año la llamada Marcha de la Vida, otorga gran relevancia.

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