viernes, 14 de mayo de 2010

Marcha en defensa de los abusadores

Familiares y amigos de los tres acusados marcharon para minimizar la responsabilidad de los abusadores y culpabilizar en forma denigrante a la víctima, una chica de 14 años. Anoche, el fiscal pidió la detención de los tres hombres.


“Apoyamos a las tres víctimas de esta injusticia. Toda una ciudad sabe la verdad.” La leyenda estaba impresa en la pancarta que lideró la insólita marcha de familiares y vecinos de la localidad bonaerense de General Villegas para respaldar a tres hombres, de entre 20 y 30 años, acusados de filmar a una adolescente mientras tenían relaciones sexuales. Los manifestantes recorrieron las calles céntricas de la ciudad y se detuvieron frente a la casa del abogado de la adolescente que anteayer solicitó el cambio de carátula de la causa a “abuso sexual ultrajante”. Hasta el momento, la causa está caratulada como “abuso sexual simple” y la única que declaró fue la adolescente, que reconoció que aquella noche “no tenía salida” de la situación. Entre los vecinos movilizados no negaron la existencia de un abuso, pero resaltaron que “la chica es una ‘vaguita’ y ya participó de situaciones similares”. Uno de los hermanos de la adolescente resumió la jornada de ayer como “una apología de la injusticia”. Al final de la jornada de acusaciones cruzadas, el fiscal de Trenque Lauquen, Fabio Arcomano, solicitó la detención de los imputados.

“Abuso sí, violación no”, fue la frase que a través de mensajes de texto convocó a la marcha en respaldo de José María Narpe, Mario Magallanes y Mariano Piñero, que se filmaron teniendo relaciones sexuales con la adolescente, cuando tenía 14 años. Después del mediodía, poco más de cien personas se reunieron en la plaza central de General Villegas y frente a la casa de Luis Correa, abogado de la adolescente, quien consideró la concentración como “una amenaza”.

Correa solicitó ayer el cambio de carátula de la causa a “abuso sexual ultrajante con el concurso de más de dos personas”, sancionado con penas de entre 8 y 20 años. Hasta el momento la causa es investigada por “abuso sexual simple”, con penas de entre seis meses y cuatro años de cárcel, aunque anoche el fiscal pidió la detención por un delito más grave (ver aparte). El pedido de modificación, según el letrado, se debe a que en la declaración la adolescente indicó que fue invitada a la casa de uno de los hombres y una vez allí “no tenía otra salida: si quería irme, no hubiese podido”.

Entre los convocados que se pararon frente a la casa del abogado, las consideraciones eran otras: “Es una menor y los jóvenes tienen que pagar por el abuso, pero no está ni cerca de ser una violación. Querer cambiar la carátula es una locura. Era muy común que en Villegas se hicieran ferias y la llamaran porque la chica era una ‘vaguita’”, aseguró un vecino.

La movilización liderada por la esposa de uno de los imputados y el tío de otro de ellos recorrió el centro de la ciudad por las calles Moreno, Belgrano y Rivadavia, y se detuvo en la comisaría local, en la escuela a la que asiste la adolescente, y finalizó en la plaza central. “Mi sobrino tiene que pagar por lo que hizo”, aseguró el tío de uno de los acusados. Sin embargo, el familiar indicó que no siente vergüenza por lo ocurrido, ya que “vergüenza deberían sentir los padres (de ella), porque sabían lo que era”, en referencia a la adolescente.

Antes de la desconcentración también se escucharon otros ataques contra la adolescente –hoy de 15 años–, como que a los 12 años “escapó de su casa por un supuesto romance con un camionero de 35”, y que “todos sabían que tiene un problema de salud y por eso hace las cosas que hace”.

El mensaje de la movilización que pretende que se considere el delito, pero con el consentimiento de la adolescente, fue descartado por la fiscalía. Por su parte, Jorge Dispuro, abogado defensor de los tres acusados, prefirió no realizar declaraciones sobre los pasos que dará en la causa y explicó ante un medio local que “hay que ser prudentes”, sobre todo para “preservar a la menor”. Página/12 intentó comunicarse con el letrado, pero desde su oficina indicaron que “esperaran unos días antes de hablar”, ya que aún no se encontró de forma personal con sus defendidos.

Por su parte, Correa apuntó que “no hay que ser un extraordinario penalista para darse cuenta de que en este caso hay abuso ultrajante con la participación de más de dos personas. Que se puede atenuar contra las pruebas”.

Luego de la marcha de ayer, Luciano, uno de los cuatro hermanos de la adolescente, resaltó que le pareció “raro” ver a 150 personas promoviendo “el incumplimiento de las leyes”. El joven, que es profesor de matemáticas en la escuela a la que asiste su hermana, señaló que, aunque ahora todo el pueblo habla de su hermana, “cuando las cosas son grandes, las tapan”.

Blanca Lescano, madre de la adolescente, aseguró que su hija está “shockeada y con miedo de salir a la calle” y calificó de “aberrante y tristísimo” lo que le pasó a su hija. Respecto de los tres adultos, Lescano apuntó que “destruyeron dos familias: la mía y también las de ellos”.

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