sábado, 26 de febrero de 2011

La ONU acelera sus gestiones para aislar a Gadafi

El Consejo de Seguridad de la ONU está reunido estudiando un paquete de medidas de castigo al régimen libio

ANTONIO CAÑO | Washington
Movidas por un nuevo sentido de urgencia, las principales potencias aceleran sus gestiones para conseguir la aprobación inmediata en el Consejo de Seguridad de la ONU de un paquete de medidas de castigo que pongan en evidencia el aislamiento de Muamar Gadafi y su riesgo de enfrentarse en un futuro a la justicia internacional. Esta iniciativa, aún siendo muy valiosa en el plano moral, poco puede hacer para detener instantáneamente la brutal represión desatada contra la población que se ha levantado contra el régimen.
Después de diez días de discusiones improductivas desde que empezara esa represión, los líderes internacionales habían sido acusados de cierta indiferencia hacia los sucesos en Libia. El presidente Barack Obama ha sido criticado aquí por su pasividad ante una crisis a la que se ha referido en público solo en una ocasión. Un editorial de The Washington Post advierte de que "aunque la Casa Blanca parece haber decidido que Francia y otros lleven la iniciativa, lo cierto es que mientras el presidente de Estados Unidos se mantenga pasivo la ayuda que los libios están reclamando no llegará".
Bajo esa presión, la Casa Blanca anunció el viernes algunas sanciones unilaterales contra el entorno de Gadafi y prometió incrementar sus esfuerzos para aprobar una resolución en la ONU. Horas mas tarde, Obama firmó una orden presidencial que prohíbe la retirada o transferencia desde bancos norteamericanos de dinero perteneciente a Gadafi, su familia o miembros de su gobierno.
En el texto que acompaña a esa orden, Obama acusa a Gadafi de estar utilizando "medidas extremas contra el pueblo de Libia, incluido armas de guerra, mercenarios y violencia indiscriminada contra civiles desarmados". "El Gobierno de Gadafi tiene que responder por esos actos", añadía el comunicado.
Casi simultáneamente a la publicación de esa orden, Francia y el Reino Unido introducían en el Consejo de Seguridad una propuesta de resolución que definía la represión ejercida por Gadafi como "crímenes contra la humanidad" que "merecen ser juzgados por el Tribunal Internacional de La Haya". El borrador incluye también sanciones, como la prohibición de viajes a los colaboradores del dictador libio, el bloqueo de sus cuentas en el extranjero y un embargo de armas.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se dirigió personalmente el viernes por la noche a los miembros del Consejo para describirles la tragedia que se vive en Trípoli y pedirles que aceleraran sus gestiones. Los 15 integrantes del máximo órgano ejecutivo decidieron reanudar sus sesiones a puerta cerrada hoy y tenían previsto celebrar una sesión formal con votación en algún momento del día.
El borrador a discusión, que ha sido pactado entre Francia, el Reino Unido y Estados Unidos en conversaciones telefónicas entre sus máximos gobernantes, parece abrirse paso entre algunas dificultades. Los otros dos miembros con derecho de veto, China y Rusia, siempre tan reacios cuando se trata de aprobar la implicación internacional en los asuntos internos de un país, parecían empezar a ceder en sus objeciones. Líbano y Turquía, que también plantearon dudas sobre la forma de actuar en Libia, podrían aceptar finalmente respaldar la resolución. Estos dos países no tienen capacidad de impedir su aprobación, pero sería una serio inconveniente sacarla adelante con la oposición del único país árabe y los dos musulmanes representados en el Consejo.
Una resolución significaría un fuerte respaldo moral para las miles de personas que se juegan la vida en estos momentos en las calles de Libia pero poco puede servir para protegerles eficazmente. Libia ha sido ya varias veces objeto de sanciones económicas de parte de Estados Unidos y de otros países occidentales sin que el régimen de Gadafi se debilitara lo más mínimo.
En esta ocasión, además, la aprobación de sanciones representa para Gadafi la prueba de que está solo y de que su destino es el de una prisión en La Haya, lo que podría empujarlo hacia una posición aún más extrema y combatir hasta la muerte.
Con todas sus limitaciones, esta resolución es todo lo que la comunidad internacional pude hacer en estos momentos. Los siguientes pasos exigirían acciones militares, algo a lo que no parecen dispuestos los miembros de la OTAN ni están reclamando los insurgentes libios por el temor a deslegitimar su movimiento, hasta ahora cívico y nacional.

jueves, 24 de febrero de 2011

Khadafi pierde el control de varias ciudades

Parte de las fuerzas del ejército abandonaron su obediencia al régimen y se plegaron a los reclamos de la gente en las calles desde el 15 de febrero. Los militares leales combatían por retener el oeste del país.
Los reclamos del pueblo libio corren como ríos por las calles del país. En el noveno día de protestas, la fuerza de las manifestaciones en algunas ciudades fue tal, que arrasó con todo vestigio del legendario régimen de Muammar Khadafi. Los manifestantes que reclaman el fin del gobierno tomaron el control de Tobruk, la principal ciudad de la frontera con Egipto, al este libio. Con ese territorio, el gobierno perdió el control de por lo menos cuatro localidades del este –incluyendo Benghazi– en las que un denominador común tomó protagonismo: el Ejército en funciones abandonó su obediencia al “líder y hermano guía de la revolución libia”, como se autodenomina Khadafi, y se declaró a favor de las revueltas. Ayer, además, otros dos funcionarios abandonaron sus puestos. Uno de los principales asistentes del hijo menor de Khadafi y el ministro de Justicia renunciaron “como condena a la violencia con la que el gobierno respondió al pueblo”. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó el accionar del oficialismo libio y advirtió sobre la aplicación de posibles sanciones (ver recuadro).
El régimen de Khadafi, en el poder desde hace 42 años, se enfrenta a un movimiento de contestación sin precedentes desde el 15 de febrero. Su respuesta a los reclamos del pueblo, una represión extremadamente violenta que contó con ataques de patotas paramilitares y bombardeos aéreos, dejó un tendal de 300 muertos, según las propias autoridades. Para la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), las víctimas ascienden a 640, luego de contabilizar que al menos 275 personas perdieron la vida en la capital, Trípoli, y 230 en Ben-ghazi. El recuento no incluye posibles víctimas en Tobruk, donde también hubo protestas. La cadena árabe de noticias Al Jazeera se animó con la cifra de mil muertos. Sin embargo, las cifras son difíciles de confirmar debido a las interrupciones de las conexiones telefónicas y de Internet y a la limitación a los periodistas internacionales para entrar en el país.
Según reportaron medios de comunicación extranjeros, en Benghazi, la segunda ciudad del país, miles de personas festejaban en las calles la toma del poder en la ciudad. Corresponsales árabes aseguraron que en Tobruk no hay presencia de fuerzas de seguridad pública. “Estamos del lado del pueblo. En el pasado apoyamos a Khadafi, pero la situación cambió. El es un tirano”, remarcó a la cadena de noticias el comandante de las fuerzas armadas en esa ciudad, general Suleimán Mahmoud. En tanto, cronistas de la agencia de noticias británica Reuters aseguraron que Musaid, otra ciudad importante del este libio, también está bajo control de los manifestantes. Pero también la ciudad Misurata, el oeste del país, estaría en manos opositoras, según informó Al Jazeera.
Un día después de que llamara a sus seguidores a combatir a los manifestantes y amenazara con el uso letal de la fuerza contra sus críticos, el primer ministro libio continúa perdiendo apoyo de funcionarios de su gobierno y miembros de las fuerzas armadas. A los soldados y generales que se plegaron a las protestas en Benghazi y Tobruk se sumaron las unidades militares de otras ciudades, como Al Jabal al Akhdar y Derna, que prometieron proteger al pueblo.
“Expreso mi más profundo desprecio a la violencia de Khadafi”, anunció en su comunicado de renuncia Youssef Sawanhi, uno de los principales asesores del hijo menor de Khadafi, Saif al Islam. También dimitió el ahora ex ministro de Justicia Mustapha Abdeljalil, “en protesta al excesivo uso de la violencia contra los manifestantes”. Según fuentes anónimas, el primer ministro se habría atrincherado junto con cuatro brigadas de las fuerzas de seguridad en la base militar Bab al Asisiya, en Trípoli, cuyas calles estaban desiertas. Cabe recordar que la ciudad capital es el último bastión pro Khadafi que pudo observarse hasta la tarde de ayer en el país.
En tanto, en una entrevista concedida al periódico inglés Financial Times, el hijo mayor de Khadafi aseguró: “Mi padre seguirá jugando un rol esencial en Libia, aunque es cierto que es necesaria sangre nueva”. Además, aseguró que su hermano está trabajando en una nueva Constitución. “Pronto habrá novedades”, añadió.
Mientras aumentan las condenas internacionales a la represión violenta de las protestas, también lo hacen las cifras de libios y libias que huyen de su país en busca de refugio. El ministro del Exterior italiano, Franco Frattini, advirtió que hasta 300 mil libios podrían estar a punto de huir a Europa. Asimismo, miles de libios huyeron hacia las fronteras de los países vecinos de Egipto y Túnez, ante la situación convulsa que vive el país árabe. Según los datos de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), cerca de cinco mil personas huyeron a la frontera tunecina y 15 mil a la egipcia. Por su parte, la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) indicó que recibió “señales positivas” de ambos países de que mantendrán las fronteras abiertas para recibir a las personas que abandonan Libia.

sábado, 19 de febrero de 2011

Imágenes de una masacre en el reino de Bahrein

The Independent on Sunday


“Masacre, es una masacre”, gritaban los médicos. Tres muertos. Cuatro muertos. Un hombre pasó frente a mí en una camilla en la sala de emergencias, la sangre chorreando en el piso de una herida de bala en el muslo. A pocos metros, seis enfermeros estaban luchando por la vida de un hombre pálido, barbudo, con sangre que le manaba del pecho. “Tengo que llevarlo al quirófano ahora”, gritaba un médico. “¡No hay tiempo, se está muriendo!” Otros estaban todavía más cerca de la muerte. Un pobre joven –18, 19 años quizá– tenía una terrible herida en la cabeza, un agujero de bala en la pierna y sangre en el pecho. El médico a su lado se volvió hacia mí, las lágrimas cayendo sobre la bata manchada de sangre. “Tiene una bala fragmentada en su cerebro y no puedo sacarle los pedazos, los huesos de la izquierda de su cráneo están totalmente destrozados. Sus arterias están todas rotas. No lo puedo ayudar.” La sangre caía como cascada al suelo. Era penoso, vergonzoso e indignante. Estos no eran hombres armados sino los que acompañaban al cortejo y que volvían del funeral. Musulmanes chiítas, por supuesto, muertos por su propio ejército bahreiní en la tarde de ayer.
Un camillero estaba regresando con miles de otros hombres y mujeres del funeral en Daih de uno de los manifestantes muertos en la Plaza Pearl en las primeras horas del jueves. “Decidimos caminar al hospital porque sabíamos que había una manifestación. Algunos de nosotros llevábamos ramas como prendas de paz que les queríamos dar a los soldados cerca de la plaza, y estábamos gritando ‘paz, paz’. No fue una provocación –nada contra el gobierno–. Luego, de pronto, los soldados comenzaron a disparar. Uno estaba disparando una ametralladora desde un vehículo blindado. Había policías, pero se fueron cuando los soldados comenzaron a dispararnos. Pero, sabe, la gente en Bahrein cambió. No querían salir corriendo. Se enfrentaban a las balas con sus cuerpos.”
La manifestación en el hospital ya había atraído a miles de manifestantes chiítas –incluyendo a cientos de médicos y enfermeras de toda Manama, todavía con sus guardapolvos blancos– que exigían la renuncia del ministro de Salud bahreiní, Faisal Mohamed al Homor, por no permitir que las ambulancias buscaran a los muertos y heridos del ataque de la policía el jueves a la mañana sobre los manifestantes de la Plaza Pearl.
Pero su furia se volvió casi histeria ayer, cuando trajeron a los primeros heridos. Hasta cien médicos se aglomeraban en las salas de emergencias, gritando y maldiciendo al rey y al gobierno mientras los paramédicos luchaban por empujar las camillas cargadas con las últimas víctimas a través de la multitud que gritaba. Un hombre tenía un grueso paquete de vendas en el pecho, pero la sangre ya estaba manchando su torso, goteando de la camilla. “Tiene balas de plomo en su pecho y ahora hay aire y sangre en sus pulmones”, me dijo la enfermera a su lado. “Creo que lo perdemos.” Así llegó al centro médico de Sulmaniya la ira del ejército de Bahrein y, me imagino, la ira de la familia Al Khalifa, incluido el rey.
El personal sentía que ellos también eran víctimas. Y tenía razón. Cinco ambulancias enviadas a la calle –las víctimas de ayer recibieron los disparos frente a una estación de bomberos cerca de la Plaza Pearl– fueron detenidas por el ejército. Momentos más tarde, el hospital descubrió que todos sus celulares estaban sin red. Dentro del hospital había un médico, Sadeq al Aberi, malherido por la policía cuando fue a ayudar a los heridos en la mañana del jueves.
Los rumores corrían como reguero de pólvora en Bahrein y el personal médico insistía en que hasta 60 cadáveres habían sido sacados de la Plaza Pearl el jueves a la mañana y que la multitud vio a la policía cargar cuerpos en tres camiones refrigerados. Un hombre me mostró una foto en su celular en la que se podían ver claramente los tres camiones estacionados detrás de varios vehículos blindados del ejército. Según otros manifestantes, los vehículos, que tenían patentes de Arabia Saudita, fueron vistos más tarde en la carretera a Arabia Saudita. Es fácil descartar esas historias macabras, pero encontré a un hombre –otro enfermero en el hospital que trabaja para las Naciones Unidas– que me dijo que un colega estadounidense, que dijo llamarse “Jarrod”, había filmado los cuerpos cuando los cargaban en los camiones, pero luego fue arrestado por la policía y no se lo ha visto desde entonces.
¿Por que la familia real de Bahrein permitió que sus soldados abrieran fuego contra manifestantes pacíficos? Atacar a civiles con armas de fuego a menos de 24 horas de las muertes anteriores parece un acto de locura. Pero la pesada mano de Arabia Saudita puede no estar muy lejos. Los sauditas temen que las manifestaciones en Manama y en las ciudades de Bahrein enciendan fuegos igualmente provocadores en el este de su reino, donde una sustancial minoría chiíta vive alrededor de Dhahran y otras ciudades cerca de la frontera kuwaití. Su deseo de ver a los chiítas de Bahrein aplastados tan rápidamente como sea posible quedó en claro este jueves, en la cumbre del Golfo con todos los sheiks y príncipes de acuerdo en que no debería haber una revolución estilo egipcio en un reino que tiene una mayoría chiíta de quizás un 70 por ciento y una pequeña minoría sunnita que incluye a la familia real.
Sin embargo, la revolución de Egipto está en boca de todos en Bahrein. Fuera del hospital, estaban gritando: “El pueblo quiere derrocar al ministro”, una ligera variación del cántico de los egipcios que se liberaron de Mubarak, “El pueblo quiere derrocar al gobierno”. Y muchos entre la multitud dijeron –como dijeron los egipcios– que habían perdido el temor a las autoridades, a la policía y al ejército.
La policía y los soldados por quienes ahora expresan tal disgusto eran ayer demasiado evidentes en las calles de Manama, mirando con resentimiento desde los vehículos blindados azul noche o subidos a tanques hechos en Estados Unidos. Parecía no haber armas británicas a la vista –aunque éstos son los primeros días y había blindados hechos en Rusia al lado de los tanques M-60–. En el pasado, las pequeñas revueltas chiítas eran cruelmente aplastadas en Bahrein con la ayuda de un torturador jordano y un alto factótum de inteligencia, un ex oficial de la División Especial Británica.
Es mucho lo que está en juego aquí. Esta es la primera insurrección seria en los ricos estados del Golfo, más peligrosa para los sauditas que los islamistas que tomaron el centro de La Meca hace más de 30 años, y la familia de Al Khalifa se da cuenta ahora de qué peligrosos serán los próximos días para ellos. Una fuente que siempre resultó ser confiable durante muchos años me dijo que el miércoles por la noche un miembro de la familia Al Khalifa –que se decía que era el príncipe heredero– mantuvo una serie de conversaciones telefónicas con un prominente clérigo chiíta, el líder del partido Wifaq, Ali Salman, que estaba acampando en la Plaza Pearl. El príncipe aparentemente ofreció una serie de reformas y cambios en el gobierno que él pensó que el clérigo había aprobado. Pero los manifestantes se quedaron en la plaza. Exigían la disolución del Parlamento. Luego vino la policía.
En las primeras horas de la tarde, alrededor de 3000 personas se concentraron en apoyo de los Al Khalifa, y hubo muchas banderas nacionales ondeando desde las ventanillas de los automóviles. Esto puede ser la tapa de la prensa bahreiní hoy, pero no terminará con el levantamiento chiíta. Y el caos de anoche en el hospital más grande de Manama –la sangre cayendo de los heridos, los gritos pidiendo ayuda de aquellos en las camillas, los médicos que nunca había visto tantas heridas de bala, uno de ellos simplemente sacudió su cabeza incrédulamente cuando una mujer tuvo un ataque al lado de un hombre que estaba empapado en sangre– solamente amargó más a los chiítas de esta nación.
Un médico que dijo llamarse Hussein me detuvo cuando salía de la sala de emergencia porque me quería explicar su enojo. “Los israelíes les hacen este tipo de cosas a los palestinos, pero aquí son árabes disparándoles a árabes”, aulló por encima del griterío. “Esto es el gobierno bahreiní haciéndole esto a su propio pueblo. Estuve en Egipto hace dos semanas, trabajando en el hospital Qasr el Aini, pero las cosas aquí están mucho más jodidas.”

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

jueves, 17 de febrero de 2011

Clarín “repudia” que los alumnos bonaerenses hablen de escraches

El diario de Magnetto califica de “modalidad fascista” la enseñanza de nuevos contenidos en las escuelas medias de la provincia de Buenos Aires, que incluyen también a los piquetes y pintadas como nuevas formas de protesta social.
  En medio de las notas recordatorias por el bicentenario del nacimiento de Domingo Faustino Sarmiento, Clarín decide sacar una nota donde “analiza” los nuevos contenidos curriculares en las escuelas medias de la provincia de Buenos Aires, y de paso, embebe de su discurso mediático la actividad gubernamental. No es novedad que entre las herramientas discursivas que emplean los medios monopólicos concentrados está la instalación de la idea de un gobierno autoritario y demagógico. El domingo pasado, ya La Nación había publicado una editorial con notables contradicciones, manipulaciones y confusiones discursivas, cuyo título trataba de resumir: “peronismo, la emulación del fascismo”.
En su edición de ayer, Clarín toma este recurso utilizado por su socio y lo intenta inyectar en la percepción de la opinión pública en lo referido, en este caso, a la educación. “El escrache se estudiará desde este año en las escuelas de la Provincia”, titula el diario de Magnetto en la página 30. Lo más llamativo es la bajada con la cual se presenta a esta noticia: “Esta modalidad fascista se iguala con piquetes y pintadas. Se enseñará en 5º año.”

El diario de Noble toma la posta de La Nación y trata de comparar al gobierno democrático con una expresión de poder autoritaria. “A veces el camino al infierno pedagógico está lleno de buenas intenciones, y de profundas confusiones. A partir de este año, en las escuelas medias de la provincia de Buenos Aires se enseñará con nuevos contenidos la materia Política y Ciudadanía. Será un curso de civismo y una apología a la tan deseada y necesaria participación. Pero de acuerdo a un documento generado por el propio ministerio provincial, se conciben explícitamente a los escraches, piquetes y pintadas como ‘distintas modalidades de participación política’.” El primer punto a analizar, es a qué se refiere Clarín con “infierno pedagógico”. ¿La pedagogía es un infierno? ¿“Demonios” dictan clases? ¿Se referirá a las condiciones de enseñanza y aprendizaje? ¿O se está, nuevamente, “satanizando” al gobierno? No está claro. Lo segundo, al decir “un curso de civismo y una apología a la tan deseada y necesaria participación” se huele una leve ironía. Lo tercero, y un punto altamente cuestionable, ¿acaso los escraches, los piquetes y las pintadas “no son” modalidades de participación política? Para Clarín, no son modalidades de participación “aceptables”, según este artículo.
El diario de Magnetto se pregunta: “¿Escrachar es participar? ¿O es hacer justicia a través de una agresión contra alguien a quien se concibe culpable más allá de lo que enuncien los tribunales del Estado? ¿Son las pintadas formas de participación, o implican una irrupción no consensuada (sobre todo por los dueños de las paredes en las que las pintadas políticas se realizan) precisamente de la antipolítica? También hay una convalidación a la metodología de los piquetes.” El diario no sólo niega la validez y la vigencia de estas modalidades de protesta, también instala el precedente de una regresión temporal e ideológica: la de eliminar, suprimir, reprimir, invalidar, menospreciar toda expresión política y social que surge por fuera de los canales institucionales establecidos. La crisis de 2001, tan fuertemente agitada por los medios hegemónicos como un “fantasma” que amenazaría falazmente con repetirse hoy, con sus cacerolazos y escraches, no fue producto de los dictados de un gobierno o la de los canales institucionales habituales. Los escraches de algunos “ruralistas” a funcionarios durante el conflicto por las retenciones en 2008, también poderosamente fogoneados por los medios hegemónicos, tampoco. Sin embargo, expresan una modificación del estado político-social, e implican una demanda, un pedido o una interpelación.

Clarín también se dedica a denostar “la convalidación de la metodología de los piquetes” convertido en adalid de la “libre circulación” derechista de algunos ciudadanos. Implícitamente, el diario de Magnetto está avalando la represión y la criminalización de la protesta social. No sólo pide que los alumnos de las escuelas bonaerenses no tengan una currícula acorde a los tiempos actuales y dejen de lado una realidad que muchas veces observan en sus barrios. Quiere que los medios hegemónicos se encarguen de mostrarle a los alumnos bonaerenses y a los jóvenes en general que los escraches son una falta de respeto, y que los piqueteros son criminales que merecen ser reprimidos. ¿Quiénes son los “fascistas”? ¿No serán aquellos medios que, como Clarín, preconizan la criminalización de la protesta social, ensayan un pedido de retorno de la “mano dura” y se arrogan el derecho desde su multimedios de “educar” mostrando que los piqueteros son criminales? Cuidado, porque los medios hegemónicos también lavan cerebros. <

lunes, 14 de febrero de 2011

JORGE DREXLER

Ganó el premio Goya a la mejor canción de película. La mayoría conocimos a este 'yorugua' querido por una publicidad de sopa. Ya habìa ganado un Oscar por otro tema musical



Entrevista a NOAM CHOMSKY

Entrevista al intelectual estadounidense Noam Chomsky (I)
 
"Existe un pronunciado y profundo desprecio de Estados Unidos e Israel por la democracia en el mundo árabe"

Prodavinci


Cuando entré ayer a las 10 y media de la mañana a la oficina de Noam Chomsky, le dije a su secretaria Bev Stohl: “Bev, Mubarak se va del gobierno”. Yo tenía 20 minutos para culminar, preguntándole sobre la situación del medio oriente, una larga entrevista sobre América Latina iniciada en octubre y de la cual esta conversación sería solo una posdata. Bev no sabía la noticia de la caída de Mubarak y aseguró que Chomsky tampoco. “Hay muchos rumores”, afirmó Chomsky, para no tomar totalmente en serio lo que oía. “Venía escuchando la radio de la BBC y repetían lo que había asegurado Mubarak anoche: se irá a su casa de veraneo, pero no dejará el poder”. Le dije que acababa de darse la noticia en el New York Times. Como buen objetivista, es de los que necesitan ver para creer. Y si lo dice el New York Times hay que darle crédito, aunque él mismo sea su mayor crítico. En cualquier caso, le planteé como escenario de la conversación la salida de Mubarak y sus efectos, en particular las posibilidades del avance democrático en el mundo árabe. Al terminar se despidió cruzando los dedos para señalar sus esperanzas por un futuro democrático. Parte del mundo árabe está viviendo una epidemia de demanda de democracia. Ahora Mubarak ha dejado el poder. Implica su salida un cambio en el juego de poder de la región. Se habla de revolución y libertad, pero, ¿pueden la democracia y la independencia consolidarse? Como dijo un filósofo en estos días, “no podemos dar el futuro por descontado”. ¿Cuál es su esperanza personal?
Lo que ha venido pasando, incluyendo la salida de Mubarak, es espectacular y no puedo recordar nada parecido. Se le compara a estos eventos con lo que sucedió en 1989 en Europa del Este, pero no hay comparación. Por una razón. Allá hubo un Gorbachov que manejó la situación para que el sistema se mantuviera en pie. Y los poderes de Occidente lo ayudaron y apoyaron. En el caso de Europa del Este también las potencias occidentales apoyaron a los manifestantes, en el norte de África ningún poder de Occidente ha apoyado las protestas. Así que la única comparación posible es con Rumania, donde Ceaucescu, el más horrible de los dictadores, quien gozaba del cariño y protección de Estados Unidos y Gran Bretaña, que lo apoyaron casi hasta el final. Lo que ha sucedido en Túnez, Jordania, Yemen y Egipto, muestra un nivel de valentía y determinación al que es difícil encontrarle situaciones análogas. En Túnez el sistema estaba relativamente bajo control de Francia, con espías franceses infiltrados por doquier. Egipto, en cambio, ha estado bajo control de Estados Unidos. De modo que su situación afecta directamente los intereses de Washington. Esto no es nada nuevo, por supuesto. En los cincuenta, el presidente Eisenhower sostuvo reuniones secretas con su equipo para discutir lo que el llamó “la campaña de odio contra Estados Unidos”. El Consejo Nacional de Seguridad envió un memorándum secreto revisando la situación y en el que decía algo así: hay la percepción en el mundo árabe de que Estados Unidos apoya dictadores rudos y brutales y bloquea la democracia y el desarrollo. Eso lo hacemos porque queremos mantener el control de los recursos energéticos. El memo decía que la percepción era más o menos adecuada porque eso precisamente es lo que nosotros –es decir el gobierno de Estados Unidos– deberíamos estar haciendo. El principio de esta lógica es que en tanto la población permanezca pasiva, intimidada y distraída, podemos hacer los que nos dé la gana. Y esa lógica prevalece justo hasta este momento. Así que por ejemplo, pensemos en la filtraciones de Wikileaks en las cuales el gobierno árabe aparece apoyando a Estados Unidos en relación con Irán. Bueno, investigando la prensa no pude encontrar –y creo que nadie más podrá hacerlo– una sola información de lo que piensa la opinión pública árabe. Hay encuestas de opinión, hechas por prestigiosas compañías estadounidenses, como la que publicó hace muy poco The Brookings Institution en la que se muestra otra vez que el sentimiento de odio hacia Estados Unidos es extraordinario. Cerca de 10 por ciento de la población ve a Irán como una amenaza, pero entre 80 y 90 por ciento piensa que las mayores amenazas son Israel y Estados Unidos. Incluso, la mayoría de la población piensa que estarían mejor si Irán tuviera armas atómicas, pero eso no se reporta. Y la razón es un pronunciado y profundo desprecio de Estados Unidos e Israel por la democracia en el mundo árabe. En tanto la población esté bajo control y tengamos a un dictador de nuestro lado, hacemos lo que queremos. Eso es realmente sorprendente. Por eso, la situación actual de Egipto y el mundo árabe, representa un problema. Lo que tradicionalmente ha sucedido en el punto en el que estaban las cosas antes de la salida de Mubarak es una estrategia rutinaria que ha pasado una y otra vez: Marcos en Filipinas, Duvalier en Haiti, Suharto en Indonesia. Es decir, llega un momento en el que ya no puedes apoyar a tu dictador favorito y entonces tienes que hacerlo a un lado, llamar a una transición “ordenada”, expresar tu amor por la democracia y tratar de restaurar el viejo status quo lo más rápido posible. Eso es lo que ha venido pasando en Egipto, aunque no sabemos si está funcionando o no.
Pero hay un evidente conflicto entre las masas de manifestantes que se quedaron en la calle pidiendo democracia ya y esa estrategia de restauración del control. Son aspiraciones contrapuestas. ¿Cuál es son las posibilidades de una democracia real?
Los poderes que vigilan ese proceso no quieren democracia real. Estados Unidos y Europa están aterrados con la democracia, porque la democracia puede llevar a la independencia. Se habla de islamismo radical, pero eso no tiene ningún sentido. Estados Unidos y Gran Bretaña, por ejemplo, han apoyado tradicionalmente al extremismo islámico en detrimento del nacionalismo secular. Arabia Saudita el estado islámico más extremo y fundamentalista, es su más cercano aliado, además también de ser el centro ideológico del terrorismo islámico. Sin embargo, es nuestro más estrecho aliado porque Obama les está vendiendo armas por 60 mil millones de dólares. En Pakistán, que es la otra gran fuente de terrorismo islámico, Estados Unidos se ha comprometido por años con la islamización del país. La presidencia Ronald Reagan, a quien todos celebran ahora, coincidió con la dictadura de Mohamed Zia-ul-Haq –la peor en una serie de atroces regímenes- que estaba desarrollando armas nucleares. El gobierno se hizo el desentendido para seguir dándole apoyo a la islamización radical que establecía las madrazas, con fondos saudíes, donde no enseñaba nada pero se hacía que los estudiantes aprendieran de memoria el Corán y la yihad. Eso ha permitido que hace poco jóvenes abogados aplaudan y celebren a los asesinos de Salman Taseer, gobernador de la provincia de Punjab. Esos son los mismos abogados –islamistas radicales– que se formaron en las madrazas de Reagan-Zia-ul-Haq. Las relaciones entre Israel y Estados Unidos, que se consolidaron en 1967, obedecen a un patrón semejante. ¿Qué pasaba ese año? Un conflicto esencial entre el islamismo radical, representado por Arabia Saudita, y el nacionalismo secular, bajo Gammal Abdel Nasser. Estados Unidos apoyó otra vez al islamismo radical destruyendo el nacionalismo radical. Eso contribuyo a establecer las relaciones actuales de Israel en la región. Así que el islamismo radical no es el problema. El problema de fondo se llama independencia. Por ejemplo, en América Latina, Estados Unidos libró una amarga guerra contra la iglesia católica. Otra vez el problema de fondo era el control. Por eso, yendo otra vez al mundo árabe, Estados Unidos y Europa están preocupados con la democracia. La única elección realmente libre fue la de Palestina, transparente y supervisada por todos los ángulos. Como el resultado no favorecía los intereses tradicionales, Estados Unidos, con apoyo europeo, inmediatamente se volvió a castigar a los palestinos. Amamos la democracia, pero solo cuando está del lado que queremos. Es demasiado obvio. En Egipto y el resto del noráfrica, eso puede pasar, así que están tratando de bloquearla mediante maniobras para restablecer el statu quo. A eso llaman una transición ordenada. Y no es solo una cuestión de votos, sino de toda una estructura socio-económica. Egipto ha atravesado un periodo neo-liberal con las consecuencias acostumbradas: empobrecimiento de la población con el crecimiento de sectores privilegiados de extrema abundancia, incluyendo la clase política, los altos grados del ejército y los sectores financieros y corporativos. Eso lo ves también en América Latina, porque ese es el modelo neoliberal. Aunque la población no esté sufriendo la pobreza de África Central o el interior de la India, su situación es muy mala. Pero los garantes del statu quo deben asegurarse de que ese orden se mantenga. La táctica de estos días había sido hacer que la población se cansara y desistiera. La mayoría de los manifestantes son gente pobre que vive del día a día y necesita llevar comida a sus mesas. Pues se buscaba cansarlos, pues en algún momento el hambre y la necesidad los llevaría de vuelta adonde estaban, a su horrible normalidad. Sin embargo, ahora no está nada claro esta vez que esos poderes puedan mantener el control de la población. La estrategia que puede funcionar ahora es que el ejército egipcio trate de restablecer el orden con un apoyo mayoritario de la gente.
Entonces, ¿cuál es su esperanza personal?
-Que los manifestantes logren sus objetivos. Esto es que, después de unas elecciones fraudulentas con un congreso fraudulento –lo que en buena medida fue lo que encendió la protesta-, puedan llamar a elecciones libres y limpias, y que esas elecciones puedan reconducir a la sociedad egipcia en un camino de bienestar. Pero es un largo camino, como sabes.
En cuanto a Israel-Palestina, ¿cómo cambia el juego?
Estados Unidos tienen ya un plan en curso: apoyar lo que está dado. Hay un proceso de paz. Y eso significa que Estados Unidos está a cargo. Sabemos que Washington está desesperado por la paz, por supuesto y por eso está tratando de sentar juntos a dos partidos recalcitrantes: Benjamin Netanyahu y la derecha israelí, por un lado, y Mahmoud Abbas del lado palestino. Esa es supuestamente la situación. Pero esto no tiene nada que ver con la realidad. La verdad es sencilla: hay un conflicto. Por un lado, están Israel y Estados Unidos y del otro lado Palestina y el resto del mundo. Si hubiese una verdadera negociación, estaría a cargo de alguien de no sé de donde que pudiera reclamar cierta neutralidad. Así, de un lado estarían Estados Unidos-Israel y del otro el mundo entero, con esas dos o tres excepciones. Teóricamente, eso es lo que reflejan las resoluciones del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas desde 1976, cuando Estados Unidos vetó por primera vez la resolución sobre los dos estados, hasta esta fecha. Incluso la ONU ha declarado ilegales los asentamientos, lo que es tan incontrovertiblemente cierto que hasta Israel lo ha aceptado hace décadas. Y, en resumen, no es que la ONU sea un organismo meramente simbólico, sino que Estados Unidos ha provisto el apoyo económico, militar, diplomático e ideológico de las políticas que ejerce Israel en la región. Mientras eso sea así, no hay proceso de paz, sino un proceso de capitulación. Ahora, trata de encontrar reportes sobre esto. No los encontrarás sino muy en los márgenes. El problema para Israel es que el nuevo gobierno de Egipto decida no jugar el histórico papel pasivo y opte por no colaborar con la charada que tiene montada Estados Unidos. Lo mismo con Jordania. Si tienes una democracia, quizá la gente decida no ser cómplice de las políticas que ha seguido su país. De hecho, es sorprendente aunque comprensible que el apoyo público más fuerte que obtuvo Mubarak fuese de Israel y Arabia Saudita, los aliados tradicionales que quieren mantener el orden de las cosas. El único líder mundial que, durante las últimas semanas, ha apoyado abiertamente la democracia en la región es Recep Tayipp Erdogan, primer ministro de Turquía, quien ha jugado un papel decente en todo esto.
Será hacia fuera, porque Turquía no es un buen ejemplo de democracia interna.
Bueno, hay una democracia que está mejorando. Internamente, la sociedad es bastante abierta y libre. He ido varias veces a apoyar la resistencia de los intelectuales. En cada visita que he hecho he criticado al gobierno, incluso he participado en protestas de desobediencia cívica. No ha habido represión, la prensa actúa con libertad. Pero es una sociedad complicada que todavía tiene muchas cosas podridas y tiene que hacer justicia con el genocidio armenio y la terrible represión al pueblo kurdo que conforma una gran parte de la población. Pero, en general, es un país que ha cambiado mucho desde la primera vez que lo visité hace 10 años.
Los vientos de apertura en Turquía nos permiten volver América Latina, donde también ha habido progresos. Sin embargo, en una conversación anterior, usted me dijo que a su juicio uno de los grandes problemas de la región es el caudillismo. La sombra del caudillo bloquea la democracia. Como lo demuestran las protestas, en Túnez, Egipto, Yemen y Jordania los hombres fuertes también asfixiaban el ansia democrática. ¿Qué mensaje envía esta explosión de demanda por democracia en los países árabes del norte de África a los procesos actuales latinoamericanos?
El caudillo es más que una sombra. Es una realidad. Pero me parece que el caso de América Latina se asemeja un poco a lo que sucede en Turquía: paso a paso el impacto del hombre fuerte puede reducirse notablemente. De hecho, el avance democrático en los últimos 15 años es uno de los más dramáticos en el mundo. Por primera vez 500 años, como ya dije, América Latina ha empezado a integrarse, con particular claridad en Suramérica, y los países comienzan a atender sus severos problemas internos. Ya se sabe que la sociedad no debe estar polarizada entre sectores de extrema riqueza y extrema pobreza. Eso es un gigantesco paso hacia delante. Los líderes que quieren acaudillar sus países deben entender que la capacidad de Estados Unidos de apoyarlos ha declinado. Aunque ha habido un par de golpes de estado en la región durante la última década, nada como en el pasado. Así que tendrán que vérselas con su propios pueblos. Hay una tendencia histórica hacia la democracia. Esa tendencia no es uniforme y sufre regresiones, pero, casi por regla, demanda el fin de una u otra forma de dictadura. Sean dictaduras reales como en Egipto o caudillismos autoritarios como en América Latina. Creo que es una tendencia positiva que debe sostenerse.
Qué tal si esos caudillos son de la izquierda.
Eso no es nada raro. Ha habido incluso regímenes militares de izquierda como el Perú de Velasco Alvarado o el Panamá de Torrijos. Las sociedades latinoamericanas han sido muy maltratadas y es entendible que el esfuerzo de cambiar venga de muchas partes al mismo tiempo. Algunas veces son los militares, otras la izquierda, otras la derecha. Otras veces no es de ninguna de estos sectores tradicionalmente entendidos, como es el caso de Evo Morales, un campesino indígena, lo que representa un enorme cambio para la mayoría indígena boliviana que por primera vez están plenamente a cargo de controlar sus propias vidas. De modo que hay muchas cosas pasando
Finalmente, para terminar con Venezuela, ¿qué opinión tiene del hecho que la saliente Asamblea Nacional haya otorgado poderes especiales al presidente Chávez hasta casi el fin de su segundo periodo?
No creo que haya sido una buena idea, pero el asunto crucial es qué va a pasar en la próxima elección. Hasta ahora las elecciones se han manejado dentro de estándares razonables: con una oposición, una prensa relativamente libre y sin emplear la represión violenta de modo sistemático.
¿Qué me dice del fuerte control de las instituciones del Estado?
Es cierto que hay un tremendo control, pero no es nada comparado con el control que mantienen el gobierno y las corporaciones sobre las instituciones sociales.
Al menos las corporaciones tienen distintos intereses, mientras el poder en Venezuela está básicamente concentrado en un hombre y su grupo.
Hay poca diferencia en realidad entre los intereses de la clase económica. La opinión popular es totalmente despreciada. Y la política de la clase económica en alianza con el gobierno, ha sido específicamente diseñada, por más de 30 años, para enriquecer a un mínimo sector de la población, menor del 1 por ciento, mientras el resto está más o menos estancado. También hay una severa represión como se ve en el caso de Bradley Manning, quien ha sido puesto preso en confinamiento solitario y torturado. Si la gente no protesta, el gobierno puede hacer lo que quiera, incluso detener a alguien por seis meses sin razón. Esa es una muy mala noticia, particularmente porque aunque hay pequeñas protestas civiles, no se protesta en los medios. Todo eso esta mal. Eso se puede decir de muchos países.
De acuerdo, pero con poderes especiales, Chávez puede profundizar aun más el control sobre el Estado.
Se puede decir eso. Por otra parte, la oposición tiene todas las oportunidades de desarrollarse. Tiene medios a su favor, hay posibilidades de organizarse y no hay represión sistemática. De acuerdo con Latinobarómetro, los venezolanos apoyan fuertemente el sistema democrático, muy por encima de otros países en la región. Todo eso debe significar algo.
Fuente: http://prodavinci.com/2011/02/12/noam-chomsky-%C2%A1democracia-ya/

domingo, 13 de febrero de 2011

La Bonaerense: un desafío para la democracia


El ministro Ricardo Casal, hombre del riñón del Servicio Penitenciario Bonaerense, funciona casi como un delegado de la Bonaerense ante el gobernador Daniel Scioli. (TELAM)

Otras notas

  • El jueves por la noche, un tren descarriló en la localidad bonaerense de José León Suárez. Luego del accidente, los vecinos de la zona se enfrentaron con la policía, aparentemente porque intentaban saquear los vagones. Durante la represión hubo dos muertos. Gabriel Ramos, de 17 años, llegó sin vida a un hospital de la zona y Franco Almirón, de 16, entró herido de bala a otro centro asistencial, donde murió. En tanto, Joaquín Romero, de 19 años, sigue internado en grave estado, con una bala en la espalda.
  • Básicamente lo que nosotros le propusimos al Gobierno bonaerense es recuperar la gobernabilidad civil de la policía, terminar con el autogobierno y la corporación policial y los pactos que siempre se han sucedido entre la corporación uniformada y el poder político. Esto no es nuevo pero lo que ha demostrado es que produce un daño enorme en cuanto a la eficacia en la persecución del delito como también en las situaciones de hechos de corrupción y violaciones a los derechos humanos.
  • Desde el Instituto del Plan Quinquenal Municipal Néstor Kirchner planteamos la necesidad de construir un nuevo contrato social que tiene como base la restitución de derechos en la construcción de una sociedad igualitaria; la inclusión protagónica de jóvenes y adolescentes en situación de riesgo social y en conflicto con la ley penal, y el control social y político sobre el accionar de la Policía para evitar la connivencia policial con la criminalidad organizada.
  • Creo que la reforma que intentó Arslanián es intocable desde lo político porque los resultados que habían tenido no eran malos. Que no se continuara seguramente tiene que ver con una concepción no muy democrática de la seguridad del actual gobernador, de la conducción, primero del ministro Stornelli y ahora con Casal. Básicamente, volvieron al camino de lo que fue la gestión de Ruckauf con Aldo Rico y otras gestiones.
  • A fines de 2007, comenzaba el retroceso de la reforma de seguridad pública que había emprendido León Arslanián ni bien asumió en 2004 como ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires. Por entonces, su reemplazante, Carlos Stornelli, que decía llegar “para corregir los retrocesos”, junto al ministro de Justicia, Ricardo Casal –hoy al frente de ambas carteras unificadas– se alineaba con el gobernador Daniel Scioli que se mostraba preocupado por la denominada ola de inseguridad. Así, restituían a la corporación policial bonaerense aquel poder que parecía haber perdido.
  • Cómo fue la expulsión de Stornelli de Seguridad. Las internas con Casal. El nuevo ministerio y el rol policial
Los asesinatos de José León Suárez vuelven a poner en evidencia la estructura autoritaria de una fuerza que va a contramano de la política nacional de seguridad
“Just as every cop is a criminal.”
Sympathy for the Devil,
Jagger/Richards.
Es imposible sostener un Estado democrático pleno si una de sus instituciones básicas sigue funcionando con una estructura autoritario-mafiosa que jaquea hasta los límites a los gobernantes elegidos por la ciudadanía. El asesinato, la semana pasada, de dos jóvenes en José León Suárez –localidad emblemática, a partir de la masacre descubierta por Rodolfo Walsh, del accionar ilegal de la Bonaerense– es un nuevo y trágico eslabón en la cadena de hechos que, desde hace más de medio siglo, muestran que la Policía de la provincia de Buenos Aires no sólo es un modelo de gatillo fácil sino que funciona como una corporación con intereses propios. Por un lado, mantiene una red de relaciones e intereses que la conectan tanto con el mundo político como con el criminal y, por el otro, le permite condicionar a los sucesivos gobiernos provinciales –y resistir a sus intentos de control– para evitar que éstos afecten sus intereses.
Actualmente, la Bonaerense es una fuerza de alrededor de 55.000 integrantes, de los cuales, según las cifras (2009/2010) de la Auditoria General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad, 13.619 –más de la cuarta parte– tienen sumarios abiertos. “El funcionamiento actual de la Bonaerense es deficiente porque volvió a recuperar una fisonomía y un tipo de funcionamiento que había sido superado por la reforma que se inició en 1998, 1999 y que se profundizó entre 2004 y 2007. Uno de los problemas más grandes que tenía la Policía de la provincia de Buenos Aires era el extraordinario grado de autonomía y autogobierno al que había llegado y que lo había conducido a procesos crecientes de corrupción y de violencia institucional. Evidentemente, frente al diagnóstico preciso que se hizo en su momento, esas cuestiones se corrigieron cuando se asumió el gobierno civil de la fuerza policial con un diseño institucional apropiado y consistente en un ministerio con competencia, funciones y funcionarios que se hicieron cargo de la conducción estratégica. Yo veo que hemos vuelto al pacto civil policial y a un autogobierno policial que le hace mal a la propia institución y debilita al propio gobierno. Esto por supuesto lleva a resultados negativos en materia de control de la seguridad”, dijo a Miradas al Sur León Carlos Arslanián, ex ministro de Seguridad bonaerense que intentó, en dos ocasiones, reformar la estructura de la Fuerza.
La marca de la dictadura. Pese a que, exclusivamente por una cuestión generacional, ya no quedan en la Fuerza hombres que hayan participado de la represión durante la última dictadura, la impronta que dejaron los genocidas Ramón Camps y Miguel Etchecolatz sigue vivita y coleando en el accionar cotidiano de la bonaerense: gatillo diarreico, torturas, ejecuciones dentro y fuera de las comisarías, liberación de zonas, aprietes son el pan policial de cada día. “Estamos en una situación grave porque que se ha dado, ya desde hace un tiempo, el autogobierno de la policía de la provincia de Buenos Aires. Esto ha servido para desprofesionalizar a la policía, para que se haya desarrollado el criterio de corporación uniformada y también para violaciones de derechos humanos como la situación de la masacre en José León Suárez, denuncias por violencia, la desaparición de Luciano Arruga, las torturas en las comisarías de La Plata. Todo esto con una impronta muy fuerte, con un mensaje ligado a la mano dura contra aquellos sectores más excluidos, más pobres, en especial niños y jóvenes, que tengan menos derechos y en algunos casos –como quedó patente en José León Suárez– ni siquiera el derecho a la vida”, diagnosticó para este dominical Alejandro Mosquera, secretario ejecutivo de la Comisión Provincial por la Memoria.
En ese contexto, dentro del propio Ministerio de Seguridad, algunas áreas relacionadas con los derechos humanos provocan fuerte escozor entre los policías en actividad. Una anécdota lo explica por sí misma. Cuando se estaba sustanciando una causa relacionada con la Comisaría 5ª de La Plata, un oficial retirado que había revistado allí durante los años de plomo se presentó en la oficina de Personal para hacer un trámite. “¡Ah, usted estuvo casi 30 años en la Quinta! Tenga cuidado, porque lo van a citar. Los de la Dirección de Personas Desaparecidas nos están pidiendo los legajos y después citan. Esa es una oficina llena de zurdos, así que tenga cuidado”, le advirtió el encargado del área de Personal.
Rehenes de los azules. Los intentos de transformar a la bonaerense en una fuerza policial moderna e integrada al funcionamiento de las instituciones de la democracia han fracasado sistemáticamente. En algunos casos, por decisiones de un poder político que hace la vista gorda ante las relaciones de complicidad que existen entre los jerarcas de la Fuerza y muchos de los barones del Conurbano. En otros, cuando sucesivos gobiernos provinciales fueron escarmentados por intentar reformas. La masacre de Ramallo, en 1999, que terminó con la primera reforma encarada por Arslanian, es un caso paradigmático. Pero hubo muchos otros.
La primera versión oficial sobre los asesinatos de José León Suárez puso en evidencia, una vez más, que el poder político provincial suele repetir, casi por reflejo, la carne podrida que le suministra la Jefatura. Después, el gobernador Scioli y el ministro Casal debieron dar marcha atrás. Lo mismo sucedió, entre otros hechos, con la desaparición de Miguel Bru, con los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, y con la desaparición de la familia Pomar, que provocó la caída del ministro Carlos Stornelli.
Hoy quien baila en la cuerda floja por la represión con balas de plomo en José León Suárez es el ministro Ricardo Casal. Su salida sería un duro golpe para la Bonaerense, ya que es un hombre formado en el Servicio Penitenciario provincial durante la última dictadura, que entiende y comparte los retorcidos códigos de la familia policial. Para la cúpula de la policía provincial, en su papel de ministro, Casal es más un delegado policial que le impone condiciones al gobernador que un funcionario del poder político con la misión de conducir y controlar a la Fuerza.
Negocios millonarios. El recuento de causas judiciales, investigaciones internas y externas, sumarios y denuncias permiten componer un mapa de negocios ilegales que produce millones: prostitución, juego ilegal, robos por encargo a través de delincuentes, compra de zonas liberadas para del delito y desarmaderos de autos, por nombrar sólo algunos. Y, complementariamente, mecanismos de corrupción interna al servicio del enriquecimiento de los jefes: compra de destinos al frente de comisarías a cambio de cuotas mensuales, comisiones a cambio de ascensos, etc.
Un oficial retirado dijo a Miradas al Sur que la recaudación es piramidal. El dinero se consigue en la calle –las comisarías funcionan como entes recaudadores– y va subiendo hasta llegar a los jefes. En el camino, quienes participan se van quedando con su parte. Quienes no quieren participar del negocio –que los hay– son marginados y, por lo general, terminan en destinos que tienen todas las características de un castigo. “Las comisarías se adjudican de acuerdo a dos criterios que no son opuestos: las reciben los protegidos de los jefes y quienes ofertan más por ellas. Cada comisaría tiene un precio, que consiste en una cuota mensual que tiene que ir para arriba. Todo lo que se recauda por encima de esa cuota, queda en la comisaría, donde una parte se destina al funcionamiento y otra va a parar a algunos bolsillos, primero el del comisario y después, proporcionalmente, para abajo”, explicó. Otro ex policía, consultado por este dominical, confirmó el mecanismo. “En algunos casos, las comisarías están sobrevaluadas. Lo que recaudan normalmente no alcanza, o apenas es suficiente para pagar la cuota. Entonces, en esos lugares, si uno presta atención, ve que empieza a haber más robos”, agregó.
Cuando un intento de reforma o de simple control civil sobre la fuerza corta estos mecanismos de enriquecimiento, la resistencia de gran parte de los jefes policiales se hace notar. Sienten que han llegado la cima, donde los esperaba el premio por tantos años de servicio, y de pronto se los arrebatan. “Es una cosa cíclica y eso es lo que los vuelve loco a los tipos. Por qué, justo ahora que llegué, vienen a controlarnos, piensan. Nosotros somos jefes hoy, duramos seis meses o un año y después nos retiran. Tenemos 29 o 30 años de servicio y nos corresponde la etapa de bonanza, la recaudatoria, tenemos seis meses para enriquecernos y no nos dejan. Estamos hablando del vértice de la pirámide. Después vienen los de la segunda línea, que tienen 28 años de antigüedad y se preparan, están viendo los ascensos, cuál es el mejor destino. Las camineras se compran por ejemplo. Está la caminera de tal ruta que da mucha guita y otra no da tanto”, relató a Miradas al Sur un funcionario de carrera del Ministerio de Seguridad que conoce a fondo el funcionamiento interno de la Bonaerense.
Hace unos años le preguntaron al criminólogo italiano Franco Basaglia por qué la mafia no había podido hacer pie en la provincia de Buenos Aires. La respuesta fue contundente: “Porque las actividades típicas de la mafia están en manos de la policía; entonces la policía no necesita negociar con la mafia, simplemente no le permite ocupar su lugar”.
Una política de Estado. La reforma conducida por Arslanián, entre 2004 y 2007, fue un intento serio de acabar con una policía incongruente con la democracia, pero fue borrada de un plumazo por Daniel Scioli cuando llegó a la gobernación. Cambiar este estado de cosas requiere una firme decisión política, consensuada entre oficialismo y oposición, que haga del rediseño de la Bonaerense una política de Estado.
La creación de la Policía Aeroportuaria es un ejemplo concreto de que es posible tener otra policía, moderna y eficiente. Tampoco se pueden pedir milagros: se trata de un trabajo que requiere tiempo, firmeza y profundidad. Consultado por Miradas al Sur, el director del Centro de Estudios Legales y Sociales, Gastón Chillier, resumió así el desafío: “Una reforma realmente democrática implicará la depuración de sus filas, la implementación de controles externos que realmente tengan en cuenta criterios muy transparentes a la hora de evaluar, el pase a disponibilidad de las personas que estén involucradas en violaciones graves o en casos de corrupción, la profesionalización de sus cuadros, la mejora de los salarios. En materia ya de seguridad, claramente se necesita una policía que sea parte de un esquema de seguridad democrático, donde tiene que interactuar con otras políticas sociales y una Justicia que también responda a estos criterios de capacidad para investigar crimen organizado. En líneas generales, es una reforma que debe tener como eje articulador una concepción democrática donde las personas como las víctimas de León Suárez no sean vistas como sospechosos o delincuentes por estar excluidos. Hay que lograr que el primer reflejo no sea apretar el gatillo sino más bien otro tipo de intervenciones no violentas. Hasta tanto esto no se cambie y la policía se siga gobernando a sí misma, va a seguir habiendo hechos de esta naturaleza”.
Colaboró: Gisela Carpineta.

viernes, 11 de febrero de 2011

Operativo de la afip en una de las fincas del diputado nacional alfredo olmedo

Detectan trabajo esclavo en campo del candidato de Macri y Duhalde en Salta


El legislador, que propuso la reinstauración del servicio militar obligatorio y un toque de queda juvenil, mantiene “en condiciones infrahumanas y de hacinamiento” a 300 trabajadores, entre ellos varios menores de edad.
  La AFIP realizó el miércoles pasado un nuevo operativo para detectar situaciones de trabajo esclavo. Esta vez la pesquisa no se concentró, como en casos anteriores, en predios explotados por grandes multinacionales extranjeras. Por el contrario, fue realizada en la finca de un diputado nacional
En la explotación agropecuaria perteneciente a Alfredo H. Olmedo, legislador por el partido Salta Somos Todos y candidato a la gobernación de esa provincia, se verificaron situaciones irregulares que bien podrían calificarse de semiesclavitud. Así se desprende del memo que la Subdirección General de Operaciones Impositivas del Interior remitió a la Dirección Regional San Juan y al que tuvo acceso Tiempo Argentino.
El campo del candidato respaldado en Salta por Eduardo Duhalde y Mauricio Macri para enfrentar en las elecciones el próximo 10 de abril al actual gobernador Manuel Urtubey, tiene una superficie de 950 hectáreas, de las cuales 800 están destinadas a la explotación olivícola.
Con el auxilio de la Policía Federal, 21 agentes de la AFIP llegaron a la finca ubicada en el kilómetro 409,5 de la Ruta 38, en La Rioja, y detectaron que los trabajadores temporarios contratados para la cosecha no sólo estaban soportando condiciones de “vida infrahumanas” sino que había varios menores de edad entre ellos.
Los cerca de 300 trabajadores vivían en un campamento. La contadora Laura Bologna, encargada de elevar el memo a las autoridades regionales de la AFIP, señaló que “al llegar al lugar, las imágenes fueron contundentes: nos encontramos con aproximadamente 120 carpas armadas en dos sectores. Son de nylon blanco y se encuentran pegadas una al lado de la otra (…) En el interior de las carpas había tres pallets de madera sobre los que duerme la gente. También allí guardan la comida, lo que hace que en el lugar existan moscas y otros insectos, además de observarse condiciones de higiene preocupantes por los líquidos estancados en los pasillos que separan las líneas de las carpas, lo que produce presencia de insectos y olores nauseabundos.”
El relevamiento de la AFIP detectó además que los 300 trabajadores contaban con apenas “12 baños-letrinas de material PVC en estado calamitoso de higiene”, sólo 20 duchas, y “la gente manifestó que los pozos y duchas están tapados con aguas anegadas que fluyen de los mismos”.
Otras 33 personas (entre los cuales había tres menores de edad) eran obligadas a vivir en una precaria vivienda “en condiciones infrahumanas y de hacinamiento, ya que se constató que duermen en el suelo sobre cartones, en dos habitaciones y un garage, con un solo inodoro en condiciones de higiene deplorables”. Durante el relevamiento se constató además que la vivienda no tenía ventanas ni cocina, razón por la cual tenían que cocinar sus alimentos con fuego en el piso.
Los inspectores detectaron que eran obligados a realizar largas jornadas de trabajo. Aunque aseguraron que comenzaban su rutina laboral muy temprano por la mañana, la AFIP pudo constatar que a las 20 horas las tareas de cosecha de aceitunas seguía. “Explicaron que trabajan en horarios intensivos porque la paga es por cajón”, indica el informe final. La explotación del diputado Olmedo cuenta además con beneficios de promoción agrícola del gobierno de la provincia de La Rioja.
Olmedo es conocido en Salta por contratar espectáculos musicales de reconocidos artistas para sus actos, de modo de atraer una mayor cantidad de público, además de sortear motos, camionetas y viajes, y regalar gorros y remeras amarillas con su foto y, precisamente, frascos de aceitunas de su propia finca.
El diputado salteño cobró mayor notoriedad pública a nivel nacional el año pasado, durante el debate en torno al matrimonio igualitario por sus declaraciones homofóbicas. El candidato de Duhalde y Macri es además el autor del polémico proyecto de ley para reinstaurar el servicio militar obligatorio como una forma de combatir la delincuencia, proyecto que, aseguró, intentará darle un nuevo impulso este año.
Semanas atrás adelantó además que en marzo, cuando comience el período de sesiones ordinarias en el Congreso, presentará un nuevo proyecto de ley de su autoría, esta vez para instalar un toque de queda juvenil. “Hay que actuar sin anestesia”, dijo en recientes declaraciones periodísticas, y continuó: “La base del problema es la familia, que está destruida y la juventud, que tiene la cabeza dada vuelta.” El objetivo es que los menores de edad no puedan circular solos en la vía pública después de las 22. “Si son encontrados, la policía deberá demorarlos hasta que los padres los busquen en la comisaría.”<
Israel bombardea Gaza bajo el desesperante silencio mediático

Rompiendo Muros


Bajo un desesperante silencio mediático y en medio de la oscuridad de la noche, exactamente a la 1 a.m., Israel ha lanzado 7 ataques contra la Franja de Gaza. Dos bombas de cazas F16 (fabricación estadounidense) han caído en la fábrica de suministros médicos Al-Qerem en Jabalya, norte de Gaza. El edificio está totalmente destruído, al igual que todos los suministros médicos y las matearías primas. Gaza se encuentra ya en estado de crisis por falta de suministros médicos, este bombardeo significará que las más básicas  necesidades  médicas seguirán siendo de imposible cumplimiento en la Franja. El edificio era el tercero en importancia en almacenamiento de estos suministros.

Los demás ataques fueron a los edificios de Kan Younis, Zaytoon y el área de la ciudad de Rafah.
En estos momentos en que el mundo observa con suma atención los acontecimientos en Egipto, las fuerzas sionistas parecen aprovechar la situación para arremeter contra la población gazatí una vez más. En este caso, atacando objetivos claves de necesidad de la población, como son los medicamentos.

Al mismo tiempo la rebelión popular en Egipto mantiene cerrado el paso de Rafah desde el 30 de enero, puerta de oxígeno de Gaza por la que entran a través de sus túneles todo tipo de materias primas y gasóleo.

Las personas que solían contrabandear combustible no están o se unieron a la rebelión popular. El contrabando disminuyó a su punto más bajo cuando se intensificaron los enfrentamientos entre la población del norte de la península del Sinaí y las fuerzas de seguridad.

"Gaza necesita 800.000 litros de gasóleo, de los cuales 200.000 son para la principal planta de energía, y 300.000 litros de gasolina al día", señaló Mahmoud al-Shawa, presidente de la junta de directores de la Autoridad de Recursos Naturales y Energía de Palestina. Ahora sólo llega la mitad. La mayor parte del combustible entra por los túneles entre Egipto y la Franja, ya que el que llega de Israel no sólo es poco, sino que es demasiado caro para la mayoría de los gazatíes.

"Un litro de gasóleo de Egipto cuesta 45 centavos de dólar, mucho menos que 1,66 dólares que cuesta el de Israel", señaló Al-Shawa.

"Pido al primer ministro Salam Fayyad, designado por la ANP, y a Abbas que eliminen los impuestos para que la población pueda comprar gasolina. Hace cuatro años que Gaza soporta el bloqueo israelí y la gente no tiene trabajo", agregó.

"Tenemos un grave problema. Pido al mundo y a Estados Unidos que se acuerden de Gaza. Habrá un desastre si no hacemos nada", alertó.

Antes del 30 de enero el cruce de Rafah estaba abierto cinco días a la semana para los extranjeros y los palestinos que circulaban para recibir atención médica, visitar familiares y estudiar. Se iban unos 400 gazatíes y regresaban unos 200 al día. Ahora la terminal está vacía, se fueron todos los funcionarios y empleados.

Según declaraciones de Ken O'Keefe desde la zona al menos un niño ha muerto en los ataques de anoche del ejército israelí a Gaza.


En el siguiente video (En inglés) podemos ver a Keen en el lugar de los hechos: http://www.youtube.com/watch?v=M4STMykjKS4&feature=player_embedded

Fuente: http://rompiendo-muros.blogspot.com/2011/02/israel-bombardea-gaza-bajo-desesperante.html
rCR

lunes, 7 de febrero de 2011

Noam Chomsky
Noam Chomsky

En las últimas semanas, los levantamientos populares en el mundo árabe lograron la salida del dictador tunecino Zine El Abidine Ben Alí, la inminente caída del régimen de Hosni Mubarak, un nuevo gobierno en Jordania y el compromiso del dictador yemení de dejar el poder cuando termine su mandato. El profesor Noam Chomsky analizó qué significa esto para el futuro de Medio Oriente y la política exterior de Estados Unidos para la región.
-¿Cuál es su análisis de lo que está sucediendo y cómo puede repercutir en Medio Oriente?
-En primer lugar, lo que está pasando es espectacular. El coraje, la determinación y el compromiso de los manifestantes son destacables. Y, pase lo que pase, éstos son momentos que no se van a olvidar y que seguramente van a tener consecuencias a posteriori: abrumaron a la policía, tomaron la plaza Tahrir y se están quedando allí a pesar de los grupos mafiosos de Mubarak. El gobierno organizó esas bandas para tratar de expulsar a los manifestantes o para generar una situación en la que el ejército pueda decir que tuvo que intervenir para restaurar el orden y después, quizás, instalar algún gobierno militar. Es muy difícil predecir lo que va a pasar.
Los Estados Unidos están siguiendo su libreto habitual. Ha habido muchas veces en las que un dictador “cercano” perdió el control o estuvo en peligro de hacerlo. Hay como una rutina estándar: seguir apoyándolo tanto tiempo como se pueda; cuando se vuelva insostenible -especialmente, si el ejército se cambia de bando-, dar un giro de 180 grados y decir que siempre estuvieron del lado de la gente, borrar el pasado y después hacer todas las maniobras necesarias para restaurar el viejo sistema pero con un nuevo nombre. Presumo que eso es lo que está pasando ahora. Están viendo si Mubarak se puede quedar. Si no aguanta, pondrán en práctica el libreto.
-¿Qué opina de la apelación de Obama a que se inicie ya la transición en Egipto?
-Cuidadosamente, Obama no dijo nada. Mubarak también estaría de acuerdo con que debe haber una transición ordenada. Un nuevo gabinete, algunos arreglos menores en el orden constitucional no es nada. Está haciendo lo que los líderes norteamericanos generalmente hacen.
Los Estados Unidos tienen un poder abrumador allí. Egipto es el segundo país que más ayuda militar y económica recibe de Washington. Israel está en primer lugar. El mismo Obama se mostró muy a favor de Mubarak. En el famoso discurso en El Cairo, el presidente estadounidense dijo: “Mubarak es un buen hombre. Ha hecho cosas buenas. Mantuvo la estabilidad. Seguiremos apoyándolo porque es un amigo”.
Mubarak es uno de los dictadores más brutales del mundo. No sé cómo después de esto alguien pudo haberse tomado en serio los comentarios de Obama sobre los derechos humanos. Pero el apoyo ha sido muy grande. Los aviones que están sobrevolando la plaza Tahrir son por supuesto estadounidenses. EE.UU. es el principal sostén del régimen egipcio. No es como en Túnez, donde el principal apoyo era Francia. Los Estados Unidos son los principales culpables en Egipto y también Israel, que junto con Arabia Saudita fueron los que prestaron apoyo al régimen cairota. De hecho, los israelíes estaban furiosos porque Obama no sostuvo más firmemente a su amigo Mubarak.
-¿Qué significan todas estas revueltas en el mundo árabe?
-Este es el levantamiento regional más sorprendente que puedo recordar. A veces, lo comparan con Europa del Este, pero no es contrastable. Nadie sabe a lo que llevarán estos levantamientos. Los problemas por los que los manifestantes protestan son de larga data y no se van a resolver fácilmente. Hay una pobreza tremenda, represión, una falta de democracia y también de desarrollo. Egipto y otros países de la región recién pasaron por el período neoliberal, que trajo crecimiento en los papeles junto con las consecuencias habituales: una alta concentración de la riqueza y de los privilegios, un empobrecimiento y una parálisis de la mayoría de la población. Y eso no se cambia fácilmente.
-¿Cree que hay alguna relación directa entre estos levantamientos y las filtraciones de Wikileaks?
-En realidad, la cuestión es que Wikileaks no nos dijo nada nuevo. Nos dio la confirmación para nuestras razonables conjeturas.
-¿Qué pasará con Jordania?
-En Jordania, recién cambiaron al primer ministro. Fue reemplazado por un ex general que parece ser moderadamente popular, o al menos no es tan odiado por la población. Pero esencialmente no cambió nada.
Amy Goodman / Democracy Now

sábado, 5 de febrero de 2011

La muerte de niños por desnutrición indigna a la sociedad argentina

El escándalo desvela la ineficacia de las autoridades para luchar contra el hambre

SOLEDAD GALLEGO-DÍAZ - Buenos Aires - 
 
El gobernador de Salta, el peronista José Manuel Urtubey, reconoció esta semana en un programa televisivo que en 2010 murieron en su provincia cinco niños víctimas de la malnutrición. En lo que va de año se ha confirmado ya un caso y otros dos están siendo investigados por el mismo motivo: hambre o alimentación deficiente. "La desnutrición infantil es un drama latente en la provincia de Salta", admitió Urtubey, aunque explicó que las condiciones han mejorado en relación con los datos de hace tres años, "cuando morían más de 30 niños al año".
    Argentina

    Argentina

    A FONDO

    Capital:
    Buenos Aires.
    Gobierno:
    República.
    Población:
    40.482 millones (est. 2008)
Las primeras denuncias de muerte de niños por hambre este año fueron realizadas por una ONG y por los medios de comunicación que recogieron el relato de médicos y familiares. La muerte de Leandro, un bebé de 18 meses, y de Rocío, una niña de tres años, procedentes de la zona denominada Tartagal, fue presentada inicialmente como provocada por infecciones. En el último caso, un niño de año y medio llamado Julián, el certificado de defunción ya no dejó lugar a la polémica: "Shock séptico por desnutrición".
La prensa local recogió además testimonios del padre del primer niño fallecido, que explicó con toda crudeza lo ocurrido: "Cuando volví del monte a casa mis hijos me pedían comida, pero yo no tenía. Aquí hay días que comemos y otros que no. El sábado, cuando murió Leandro, no habíamos comido nada", aseguró.
A raíz del escándalo provocado por esa muerte y por la de Rocío, cuyos padres lograron llevarla a un hospital pero fue devuelta a casa por los médicos en cinco ocasiones, las autoridades sanitarias locales empezaron a reaccionar. Según el testimonio de algunos miembros de las comunidades afectadas, aparecieron enfermeros que se llevaron a otros cuatro niños en serio estado de malnutrición para ser internados y supervisar su recuperación.
La provincia de Salta, situada al norte de Argentina, a unos 1.600 kilómetros de Buenos Aires, y que curiosamente está experimentando un gran desarrollo turístico, tiene una importante población aborigen, que es la más afectada por la desnutrición y el abandono. Urtubey aseguró que el Estado "controla" 100.000 niños en esas comunidades, pero el nuevo escándalo demuestra que esa cifra es insuficiente y que deben existir muchos más fuera de todo tipo de mecanismos de ayuda.
La zona más afectada es la llamada Tartagal, con un alto índice de población indígena, de 50 comunidades distintas. Según portavoces de esas comunidades, el problema del hambre se recrudeció con el cierre de los colegios, donde existen comedores públicos (el verano austral comienza en diciembre), y el aumento del precio de los alimentos, que ha hecho que las ayudas sociales de 1.000 pesos mensuales destinadas a otros comedores comunitarios no alcancen para comprar abastecimientos suficientes. El calor y la ingesta de agua en malas condiciones fomentan además las diarreas y vómitos infantiles. Todos ellos son peligros conocidos, que las autoridades debieron prever pero que, una vez más, no han atajado ni controlado a tiempo.
La indignación por la muerte de niños (o de ancianos) víctimas de la malnutrición en el norte de Argentina es recurrente y suele estar impulsada por ONG y algunos grupos médicos, pero no ha conseguido aún que un país que es uno de los gigantes agroalimentarios del mundo, cree una red institucional capaz de erradicar el hambre, especialmente entre las comunidades indígenas.

viernes, 4 de febrero de 2011

DÍA MUNDIAL DE LA LUCHA CONTRA EL CÁNCER

Un móvil recorrerá Buenos Aires midiendo al público los niveles de monóxido de carbono
en el aire exhalado, para concientizar sobre el daño que causa el cigarrillo a la salud.
También se realizará una charla a la comunidad en el Jardín Botánico, y se invitará a la
población a firmar la Declaración por un Mundo Libre de Cáncer


Buenos Aires, 1º de Febrero de 2011.- La Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer realizará en Buenos Aires una Campaña de Concientización en adhesión al Día Mundial Contra el Cáncer instituído por la UICC (Unión Internacional Contra el Cáncer).
Las actividades incluirán la medición de monóxido de carbono, una charla informativa y distribución de material educativo sobre prevención del cáncer. Se entregarán globos alusivos a esta Campaña, que por cuarto año consecutivo cuenta con el auspicio de Pfizer Argentina.
El 4 de febrero, el móvil estará estacionado en las siguientes esquinas:
- 8.30 a 10.30 hs. Av. Cabildo y Juramento (vereda par entre Juramento y Echeverría).
- 11.30 a 14 hs. Av. Córdoba y Florida (vereda impar, frente a la entrada de las Galerías Pacífico)
- 15.30 a 18.00 hs.Av. Coronel Díaz y Arenales (vereda par, entre Santa Fe y Arenales)
Asimismo, el Dr. Antonio Lorusso, Director Médico de LALCEC, dará a las 18.30 hs. una charla informativa abierta a la comunidad en la Casona del Jardín Botánico, Av. Santa Fe 3951, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Cada año, más de 12.7 millones de personas son diagnosticadas de cáncer y 7.6 millones mueren a causa de esta enfermedad. Si no se toman medidas de prevención, está previsto que la incidencia global del cáncer alcance a 26 millones de nuevos casos anualmente.
Teniendo en cuenta estas cifras, es una buena noticia saber que casi el 40% de los casos de cáncer se pueden prevenir y una tercera parte se pueden curar mediante un diagnóstico precoz y el correspondiente tratamiento.

Por este motivo, en septiembre de este año se realizará una Sesión Especial en la Organización de las Naciones Unidas (la segunda de este tipo en toda su historia), y estará dedicada íntegramente a Enfermedades No Transmisibles (ENT). La Sra. María Inés Marchegiani de Ucke, presidente de LALCEC, declaró que “esta es una oportunidad que no podemos desaprovechar: Esperamos llevar un petitorio con un millón de firmas de todo el mundo para lograr la implementación de medidas efectivas de prevención y tratamiento del cáncer, y contamos con cada uno de ustedes para lograrlo”.
LALCEC como miembro de la UICC, invita a la población a firmar la Declaración Mundial Contra el Cáncer. Esta Declaración puede firmarse en forma digital en el siguiente enlace:
http://www.uicc.org/declaration/sign-world-cancer-declaration

Para mayor información, por favor dirigirse a LALCEC, Tel.: 4832-4800,
info@lalcec.org.ar
NOTA PARA EL PERIODISTA:
Esta información es distribuida por Pfizer Argentina en el marco de su Programa de apoyo y acercamiento a Asociaciones de Pacientes.

Puede ampliar la información llamando a:

Sra. María Inés Marchegiani de Ucke
Presidente de LALCEC
Tel. (011) 4832-4800

Medidas de prevención
Se puede reducir considerablemente el riesgo de padecer cáncer, adoptando las siguientes medidas:
• Dejar de fumar y evitar la exposición pasiva del humo del tabaco.



Autoridades sanitarias provinciales les apuntaron a los médicos, por una supuesta “alta prematura”

Salta: tercer chico muerto por deshidratación


Se trata de un niño wichi. La semana pasada hubo otros dos casos fatales en misiones aborígenes de Tartagal. Los profesionales de la salud acusaron al gobernador Urtubey y dicen que allí “la desatención sanitaria es endémica”.
  En Salta todavía hay muchas inequidades”, reconoció el gobernador de esa provincia, Juan Manuel Urtubey, después de que se conociera que son tres los niños aborígenes muertos por deshidratación. Desde la Asociación de Profesionales de la Salud de Salta (APSADES) denunciaron que esas muertes ocurrieron como consecuencia de que “toda la zona norte de la provincia tiene comunidades abandonadas, sin acceso al agua potable ni a una alimentación digna”.
Las autoridades sanitarias locales informaron ayer que un niño wichi, oriundo de General Ballivián, falleció en el hospital de la localidad de Morillo, donde ya había sido atendido con un cuadro de diarrea y vómitos el 11 de enero. El subsecretario de Servicios de Salud de Salta, Juan José Esteban, detalló que, una semana después de aquella internación del mes pasado, el chico fue dado de alta a pedido de su madre, pero debió ser internado semanas más tarde en el hospital de Orán, “con el mismo cuadro infeccioso”. Según Esteban, el proceso infeccioso podría haber ocurrido por la “migración constante” de la familia o incluso porque los médicos que lo atendieron pudieron haberle dado el “alta prematuramente”.
En diálogo con Tiempo Argentino, Cristina Nesrala, secretaria general de APSADES, defendió la posición de los médicos tratantes: “A ningún ministro se le tendrían que morir los niños por diarrea. La semana pasada, cuando murieron otros dos chicos, había una sensación térmica de 55º C y no había refrigeración en el hospital. Cuando esos chicos vuelven a la casa bajo el rayo del sol, los médicos no podemos saber qué pasa.”
Nesrala detalló que “si bien algunas de las misiones aborígenes tienen planes sociales, esa gente no necesita médicos sino comida y agua potable. El problema es que en Salta hace más de 15 años que no se da a conocer el boletín epidemiológico y no tenemos datos de la atención primaria de la salud.”
La APSADES, además, difundió un comunicado en el que solicita que Urtubey y su ministro de Salud, Gabriel Chagra Dib, “asuman su responsabilidad política por el hambre y la desatención sanitaria, endémicas en las comunidades de los pueblos originarios”. <