sábado, 27 de agosto de 2011

CHILE

La policía chilena, acusada de matar a un chico de 16 años tras la marcha

El presidente de Chile lamentó el crimen del adolescente y pidió abrir negociaciones con la comunidad educativa. Los dirigentes escucharon la oferta y se mostraron esperanzados pero también dijeron que esperan soluciones reales.
  Después de tres meses sin contactos entre los estudiantes y el gobierno, y luego de dos días de huelga nacional y de represión de las movilizaciones de cientos de miles de personas que dejó un saldo de un muerto, 1394 detenidos y 153 heridos, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció ayer que se abrirá al diálogo para buscar una solución a un conflicto que pone en jaque el sistema político chileno. El mandatario realizó la propuesta, que fue relativizada por las organizaciones estudiantiles, ante una crisis que bajó la popularidad de su gobierno a un 26%, el más bajo porcentaje histórico en 20 años de democracia en Chile.
“Como presidente de Chile convoco a todos: estudiantes, padres, profesores y rectores, a que iniciemos ahora mismo ese diálogo en La Moneda, en el Congreso, porque yo sé, y ustedes saben, que eso es lo que la inmensa mayoría de los chilenos espera y exige de nosotros”, señaló el mandatario.
Por su parte, los estudiantes, aunque ven como un “gesto positivo” a la invitación del presidente, señalaron que sólo se sentarán a conversar con el Ejecutivo y no con el Parlamento. “Por fin el presidente cedió a escucharnos directamente y ojalá que sea un diálogo de verdad y no sólo que nos escuche y nos diga ‘qué bueno’, y al final haga otra cosa”, dijo a dpa el secretario general de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Cristóbal Lagos.
La crisis que llevó a Chile “al borde de la ingobernabilidad”, como señalara el ex presidente del país y actual senador chileno Eduardo Frei, tiene como base un cúmulo de demandas que se venían sumando desde la dictadura militar, cuando se implantó la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza. Frenar esta crisis política es necesario para el gobierno, que deberá enfrentar las urnas el próximo año en las elecciones municipales de octubre de 2012 y las presidenciales de 2013.
Piñera lamentó la muerte de “un joven por la violencia desatada”, y afirmó “cuántos muertos tendremos que lamentar para reaccionar”. El joven, de 16 años, murió esta madrugada en un barrio de Santiago después de recibir un tiro en el pecho, supuestamente disparado desde un vehículo policial, según denunció su familia. “Eso es lo que el hermano de este joven me cuenta”, dijo el alcalde de la populosa comuna de Macul, al sudeste de Santiago, el opositor demócrata cristiano Sergio Puyol.
En una primera reacción, el gobierno sostuvo que “espera que se esclarezca de manera rápida la muerte del joven”, en palabras del viceministro del Interior, Rodrigo Ubilla. La policía, cuya actuación es criticada por líderes sociales y la oposición, rechazó sin embargo de plano su participación en los hechos.
Las manifestaciones de miércoles y jueves, convocadas por trabajadores y estudiantes, convocaron a más de 600 mil personas y fueron violentamente reprimidas por la policía. <
dpa

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