miércoles, 1 de febrero de 2012

El juez Garzón

El juez español defiende su intento de juzgar los crímenes del franquismo

Garzón: “Nadie me acusó cuando investigué a Pinochet y Scilingo”

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El Tribunal Supremo acordó proseguir con el juicio por prevaricato, a pesar de que la fiscalía había aceptado el pedido de la defensa de declarar nulo al juicio en su contra. El magistrado recordó que esos delitos no prescriben.
  Baltasar Garzón defendió ayer los pasos que dio en su fallida investigación de los crímenes del franquismo durante y después de la Guerra Civil española, y recordó que actuaciones similares en casos como el del ex dictador chileno Augusto Pinochet o el de Adolfo Scilingo sobre la dictadura militar en la Argentina no lo llevaron al banquillo de los acusados. “No es una cuestión de ideologías”, respondió el juez a preguntas de su defensa. “Aquí había cientos y cientos de miles de víctimas que no habían sido atendidas en sus derechos.”
En la apertura de la segunda audiencia, los siete magistrados del Tribunal Supremo que juzgan a Garzón acordaron no estimar la nulidad del proceso que había solicitado la semana pasada la defensa del juez español, ejercida por el abogado Gonzalo Martínez-Fresneda. De haberse aceptado dicha nulidad, que también apoyaba la fiscalía, hubiera quedado absuelto automáticamente.
Garzón testificó durante más de una hora, lapso en el que repasó cada una de sus decisiones y defendió la aplicación de los principios de la justicia universal que lo hicieron destacarse en todo el mundo. En su opinión, siempre actuó conforme a derecho cuando aceptó numerosas denuncias referidas a las desapariciones de miles de personas del bando perdedor republicano durante el conflicto fratricida (1936-1939) y el posterior régimen de Francisco Franco (1939-1975).
“Había un plan preconcebido para la eliminación, detención y desaparición de personas. Miles de ellas siguen desaparecidas hasta el día de hoy”, afirmó Garzón, quien enmarcó como crímenes contra la humanidad lo acontecido en España durante aquellos años y cifró en 114 mil el número de personas que permanecen desaparecidas o enterradas en fosas comunes.
El magistrado afirmó que durante 20 años en la Audiencia Nacional de Madrid, otras investigaciones similares como la de Pinochet o Argentina no le costaron un juicio como el actual, en el que está acusado de prevaricación (dictar a sabiendas una resolución injusta). “No hice otra cosa diferente (al caso Pinochet)”, dijo.
Garzón inició la investigación del franquismo en 2006. En octubre de 2008 abrió un sumario y un mes después acordó su inhibición, dejando el caso en manos de tribunales regionales la exhumación de fosas tras un conflicto de competencia. En ese sentido, afirmó que no se extralimitó en sus atribuciones, tal y como sostiene la acusación, y que tampoco orilló conscientemente la Ley de Amnistía de 1977, aprobada para restañar las heridas del conflicto.
“Mantenía y mantengo que el delito de detención ilegal que se sustenta en el tiempo, la desaparición forzada de personas, en contexto de crímenes contra la humanidad, es un delito permanente, porque sus efectos permanecen en el tiempo”, aseguró el juez. “No era necesario hacer referencia a la Ley de Amnistía, porque los hechos se siguen cometiendo”, agregó. <
                  AP

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