sábado, 1 de agosto de 2015

Racismo y violencia

 RABINOS RADICALES EN CISJORDANIA
Annie Slemrod
Desde Jerusalén

Mientras los políticos israelíes condenaron rotundamente el ataque incendiario mortal en una casa palestina en Cisjordania (foto), no hay que esperar palabras conciliadoras por parte de los rabinos extremistas que han pasado años incitando a este tipo de violencia.
Las palabras hebreas “venganza” y “larga vida al Mesías”, pintadas con spray sobre en el edificio carbonizado, sugieren que los responsables son los colonos extremistas y el Ejército israelí considera el incidente un acto de “terror judío”.
Esto no es ninguna sorpresa para los que han estado siguiendo a los rabinos radicales de Cisjordania. En 2009, los rabinos Yitzhak Shapira y Yosef Elitzur, los líderes en un seminario en el asentamiento de Yitzhak, provocaron controversia con La Torá del Rey, un libro sobre la permisibilidad de matar a los no-judíos.
Los autores afirman que ley judía permite el asesinato de niños no judíos por la futura amenaza que pueden causar. “No hay razón para no dañar a los niños si está claro que van a crecer para hacernos daño”, dice.
Los autores fueron arrestados bajo sospecha de incitar al odio racial después de la publicación del libro, pero fueron puestos en libertad y nunca fueron acusados. En 2011, a Elitzur se le prohibió la entrada a Gran Bretaña a causa del libro.
Pero son casi los únicos líderes religiosos que usan la religión como justificativo para el racismo y la violencia. El rabino Itzjak Ginsburgh, presidente de la escuela religiosa Yitzhar y maestro de los autores, provocó una conmoción en la década de 1990 por alabar a Baruch Goldstein, el colono que en 1994 masacró a 29 palestinos que estaban orando en una mezquita en la Cueva de los Patriarcas de Hebrón. Justificó las acciones de Goldstein diciendo que cumplían el principio legal judío de la venganza –la misma frase pintada en la casa incendiada en las primeras horas de la mañana de ayer.
El rabino Dov Lior, el ex gran rabino del asentamiento de Kiryat Arba, se dice que personalmente aconsejó a Goldstein. Después de su muerte, el rabino le considera “un mártir más santo que todos los santos mártires del Holocausto”.
Como un rabino municipal, Lior recibía un sueldo del gobierno y desde su retiro el año pasado recibe una pensión del gobierno. El año pasado, dijo que Israel debe “limpiar” sus territorios de árabes, que él llama “jinetes de camellos”. Las declaraciones de estos rabinos están muy por fuera de la norma de la opinión judía. Y la corriente principal del movimiento colonizador tiene cuidado de disociarse de sus elementos marginales. Para el espectador casual, los líderes religiosos pueden no parecer peligroso en absoluto.
Hay poco fuego y azufre y aparentemente más argumento de lógica. Pero aquellos que buscan la justificación de la violencia –vandalismo, la quema de una iglesia o un asesinato– pueden encontrar en las palabras a veces tranquilas pero siempre amenazantes de rabinos justo lo que están buscando.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

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