RABINOS RADICALES EN CISJORDANIA
Annie Slemrod
Desde Jerusalén
Mientras los políticos israelíes condenaron rotundamente el ataque
incendiario mortal en una casa palestina en Cisjordania (foto), no hay
que esperar palabras conciliadoras por parte de los rabinos extremistas
que han pasado años incitando a este tipo de violencia.
Las palabras hebreas “venganza” y “larga vida al Mesías”, pintadas
con spray sobre en el edificio carbonizado, sugieren que los
responsables son los colonos extremistas y el Ejército israelí considera
el incidente un acto de “terror judío”.
Esto no es ninguna sorpresa para los que han estado siguiendo a los
rabinos radicales de Cisjordania. En 2009, los rabinos Yitzhak Shapira y
Yosef Elitzur, los líderes en un seminario en el asentamiento de
Yitzhak, provocaron controversia con La Torá del Rey, un libro sobre la
permisibilidad de matar a los no-judíos.
Los autores afirman que ley judía permite el asesinato de niños no
judíos por la futura amenaza que pueden causar. “No hay razón para no
dañar a los niños si está claro que van a crecer para hacernos daño”,
dice.
Los autores fueron arrestados bajo sospecha de incitar al odio
racial después de la publicación del libro, pero fueron puestos en
libertad y nunca fueron acusados. En 2011, a Elitzur se le prohibió la
entrada a Gran Bretaña a causa del libro.
Pero son casi los únicos líderes religiosos que usan la religión
como justificativo para el racismo y la violencia. El rabino Itzjak
Ginsburgh, presidente de la escuela religiosa Yitzhar y maestro de los
autores, provocó una conmoción en la década de 1990 por alabar a Baruch
Goldstein, el colono que en 1994 masacró a 29 palestinos que estaban
orando en una mezquita en la Cueva de los Patriarcas de Hebrón.
Justificó las acciones de Goldstein diciendo que cumplían el principio
legal judío de la venganza –la misma frase pintada en la casa incendiada
en las primeras horas de la mañana de ayer.
El rabino Dov Lior, el ex gran rabino del asentamiento de Kiryat
Arba, se dice que personalmente aconsejó a Goldstein. Después de su
muerte, el rabino le considera “un mártir más santo que todos los santos
mártires del Holocausto”.
Como un rabino municipal, Lior recibía un sueldo del gobierno y
desde su retiro el año pasado recibe una pensión del gobierno. El año
pasado, dijo que Israel debe “limpiar” sus territorios de árabes, que él
llama “jinetes de camellos”. Las declaraciones de estos rabinos están
muy por fuera de la norma de la opinión judía. Y la corriente principal
del movimiento colonizador tiene cuidado de disociarse de sus elementos
marginales. Para el espectador casual, los líderes religiosos pueden no
parecer peligroso en absoluto.
Hay poco fuego y azufre y aparentemente más argumento de lógica.
Pero aquellos que buscan la justificación de la violencia –vandalismo,
la quema de una iglesia o un asesinato– pueden encontrar en las palabras
a veces tranquilas pero siempre amenazantes de rabinos justo lo que
están buscando.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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